La remontada ante Sinner hace entrar a Alcaraz en una nueva dimensión. Fue uno de los mejores partidos de la historia, puede que el mejor, con curvas y emociones de todo tipo.
El tenista con más Grand Slams de la historia desafía el paso del tiempo manteniendo un asombroso nivel a pesar de los 18 años que lleva en la élite. Fortaleza física y mental.
Tenía que ser la Liga de Mbappé, pero un técnico alemán que estaba en paro cogió al mismo grupo del curso pasado y ha arrasado con veteranos voraces y una pandilla de críos liderados por Lamine.