

Que no se imponga la lógica del silencio cómodo. Que se escuche la voz del fútbol comprometido, del deporte que no se desentiende y del que no se queda en fuera de juego.
PorÁngel Gonzalo
Página1
Que no se imponga la lógica del silencio cómodo. Que se escuche la voz del fútbol comprometido, del deporte que no se desentiende y del que no se queda en fuera de juego.
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